lunes, 13 de mayo de 2013

Drakis Pandilla, de Matutano

Después de cuarenta días, puedo decir que tengo un circulo social no muy amplio pero si muy peculiar.

   Pensaréis que son gente adinerada y poderosa, algunos lo son, pero en su mayoría son desechos de tienta.
   Hay muchos con delitos de sangre, es el caso de los serbios que tuvieron que salir por patas al acabar la guerra, llevan 10 años aquí y se les nota en la cara que son auténticos asesinos y gente sin escrúpulos. Confianza Cero.

    Esta Saúl, un catalán que vive en el hotel y es el entrenador de uno de los equipos punteros de baloncesto de Guinea, es de lo más normalito, pero seguramente ponga aquí el huevo porque le pagan muchísimo dinero al mes. De él, algo me puedo fiar.

   Chulí Boy, un casi octogenario que vive en uno de los apartamentos, según él se dedica a vender seguros. Ya me diréis como le puede ir a alguien vendiendo intangibles en un lugar como este. Lleva ocho meses sin pagar el alojamiento y además es putero profesional, dos chicas a la semana no le faltan. Muere aquí y sin tardar mucho.

   Coronel Tapioca, un mendrugo de Cercedilla que viene a montar unas cámaras de refrigeración en casa de mi jefa. De los que se ponen la boina a rosca, ya hemos tenido que pedir dos aviones urgentes con materiales eléctricos porque él daba por hecho que aquí había ferreterías. Lo del apodo le viene porque va disfrazado como si fuera de safari a cazar elefantes. Se ha echado una novieta negra, que al final le sacará la pasta y le buscará un lío. Me puedo fiar de él, su corta picardía le limita cualquier maldad.

   El niño, es el ayudante del Coronel Tapioca. Un chaval de diez, sabe que viene aquí a trabajar y a ganar dinero, el resto no le importa nada y lo que es mejor, no le afecta en absoluto. Joven pero muy legal.

   Las colombianas, éstas son especialmente peligrosas e intento ni acercarme y ni siquiera saludarlas, son las amigas extraoficiales de algunos y siempre hay alguien que puede pensar que te han contado algún "chascarrillo" que otro que no deberías saber. Lo dicho, a cien metros mejor que a cincuenta.

   Los cubanos, de lo mejorcito que me he encontrado, gente muy preparada y con la que puedes conversar de todo y tener un apoyo emocional importante. Me caen muy bien y van de frente. I love Cuba!!

   El sevillano, en realidad es malagueño pero es por tocarle un poco los cojones. Me cae como el culo, es un liante y un farfolla como la mayoría de los andaluces. Se dedica a la construcción. Un gilipollas.


To be continued




1 comentario:

  1. Vaya... Te veo rodeado de un zoológico de problemas xD. Mejor no fiarse ni de tu sombra y más si es tan peligroso como dices que seguro que ahí no se andan con rodeos. Cuidate mucho y protégete las espaldas. Ouro

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