Hace un calor sofocante, muy agobiante. Nada más aterrizar ya te das cuenta que estás fuera de tu mundo cotidiano, acabas de llegar a África.
El aeropuerto es una odisea, sin apenas bajarte del avión, te revisan el pasaporte, un sólo agente para los más de 150 pasajeros. A continuación, todos a pasar por la máquina de rayos X (por si alguien tiene la genial idea de meter droga dentro de su cuerpo). Analizando después la situación, me encantaría conocer al vendedor que le encasquetó esa máquina a la aduana porque en Europa está prohibida.
Después pasamos el control de la guardia nacional, donde me hacen una foto, me fotocopian el pasaporte y el visado y me toman las huellas dactilares de los dos dedos índices.
Ahora toca las maletas......, todas a pasar por el scanner y después hay que abrirlas y las registran a mano!!! Ésto es de locos!!!!
El hotel es crazy, pero crazy, el famoso troncoso es un cinco estrellas superior comparado con esto. La luz de la habitación y del espejo no funcionan, que me apañaré con la de la mesita....no hay repuestos. La cama al menos es cómoda y tardo poco en coger el sueño acrecentado porque son las dos de la mañana y vengo cansado del viaje.
Ya he pasado mis primeras 24 horas aquí, el período de adaptación no creo que vaya a ser malo, la gente por lo general es muy amable, pero hay de todo.
Me sorprende la burocracia que lleva todo aquí, todo lo aprendido o vivido en España no sirve de nada. Creo que la filosofía a tomar es: empezar desde cero y con la percepción de un ignorante, dónde 2 + 2 no son 4.
Indi, si yo tengo que pasar todo lo del aeropuerto y aún por encima tengo esas vistas en el hotel, cojo las maletas y me vuelvo por donde vine... Porque no me daría seguridad ni tranquilidad. Ouro
ResponderEliminar